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REINO COPTO DE FUNJ

Familia Real - Dinastía Bartolomé

Familia Real - Dinastía Bartolomé

1era guerra copto - musulmana 1081 - 1086

1era guerra copto - musulmana 1081 - 1086

A inicios de los 80 una nueva era aparece en la región africana del Este. Pueblos pacíficos se vuelven el teatro de guerras y muerte por poseción de territorios.

Preparativos militaristas de Zeila.

 

Batallas

 

Tratado de Paz 

Actualidades del Reino de Zeila 1085 - 1089

Actualidades del Reino de Zeila 1085 - 1089

Reino de Zeila
(Islam Sunní Marítima Nación Abierta)
Zayed, Rey de Zeila
Diplomacia:

En el nombre de Allah, el clemente y misericordioso.

El final del año 1085 de la era vulgar había dejado al reino de Zeila en una situación desesperada. El ataque brutal realizado por los seguidores del Crucificado a la región de Zeila casi había acabado con todo el ejército del modesto reino africano, y el Rey Zayed sabía que una nueva invasión podría destruir para siempre toda la capacidad de resistencia de su pueblo.

Fueron tiempos difíciles en los territorios del reino. Los emisarios enviados por el Nilo hacia el mar fueron numerosos, con la esperanza de Zayed puesta en la supervivencia de alguno de ellos: esperaba el Rey que las poderosas naciones islámicas del norte estarían dispuestas a reaccionar en favor de Zeila si conocían las circunstancias terribles en que vivían bajo la amenaza de Funj. Quizá una llamada al socorro de sus hermanos musulmanes podría darle esa oportunidad que tanto necesitaban.

Pero el rey Zayed era un hombre previsor; no aguardaría una reacción islámica dejando de lado la puesta a punto de las defensas de Zeila. Las inversiones realizadas a lo largo del tiempo en las estructuras básicas de gobierno probaron su eficacia durante esos años de finales de la década de los ochenta: la afinada burocracia permitió que la sincronización entre los diferentes estamentos mejorase notablemente; los recursos se distribuyeron de forma más efectiva, permitiendo que las muchas fortificaciones que formaron la nueva línea defensiva en la región de Zeila se levantaran con inesperada rapidez. También el reclutamiento de nuevas tropas se realizó con limpieza y excelentes resultados: en Marzo de 1086 el ejército Real volvía a ser fuerte.

Las noticias que hablaban acerca de las reacciones que la invasión de Zeila por parte de Funj había despertado en las naciones islámicas del norte llegaron a la capital en Junio del mismo año 86. Según contaban los emisarios recién desembarcados provenientes del Cairo, el propio Gran Califa había advertido al rey de Funj de las reacciones que una nueva invasión del territorio de Zeila desencadenarían en contra del gran reino cristiano del sur. Meses después, llegó a hablarse en el puerto de Zeilania de que Funj había involucrado en la crisis al Patriarca cristiano de Roma (ver NF de Funj). Tal vez todo aquello fuera cierto, tal vez no. Tal vez la intervención del Califa de los fatimíes resultara clave en la determinación del Rey de Funj de buscar una vía de acuerdo pacífica y negociada, o tal vez aquella decisión del rey cristiano hubiera sido tomada con anterioridad a las advertencias de los correligionarios de Zeila. Tal vez jamás se sabría con certeza.
Pero lo cierto es que, tras el caluroso verano del año 1086 y la finalización de la terrible plaga de langostas que asoló los campos de Funj, una delegación del rey Zayed fue enviada hasta la ciudad de Kamey para firmar un tratado con el poderoso reino vecino; acuerdo en virtud del cual se firmaba la paz tras la renuncia incondicional por parte de Zeila de toda pretensión futura sobre la región de Danakil y la ciudad portuaria de Kamey.

Sólo el Señor del Universo sabía si aquel acuerdo era o no suficiente garante para alcanzar una paz duradera. El tiempo diría, pensaba el Rey Zayed deseando que aquella tregua fuese al fin definitiva.

Al-hamdu Al-illah.

Actualidades del Reino Copto de Funj 1085 - 1089

Actualidades del Reino Copto de Funj 1085 - 1089

El Reino Copto de Funj y la gran victoria cristiana

(Cristianos Coptos Civilizado Nación Abierta)
Bartolomé I, Rey.
Diplomacia: Kamey (+8Yfc)

Tras los avances realizados durante los últimos años por los ejércitos del reino, en el año nuevo del año del Señor de 1086 el anciano Rey Bartolomé I confiaba en poder cerrar la conquista de la vecina Zeila en pocos meses.
El aparato militar del poderoso reino cristiano de África se fortaleció enormemente durante aquellos primeros meses de año 1086 de la era de Nuestro Señor: grandes inversiones en afinar la eficacia del arma de Caballería y la adquisición y entrenamiento de miles de caballos junto a sus pertrechos completos, las levas masivas y el reclutamiento de jóvenes de buenas familias para ingresar en el ejército en concepto de oficiales junto con animales de su propiedad fortalecieron aún más la capacidad ofensiva de Funj.

Pero las malas noticias no se hicieron esperar; varios emisarios de Zeila fueron capturados navegando el Nilo en dirección a las fronteras del norte. Nadie podía determinar cuántos emisarios habían iniciado viaje, pero parecía posible que más de uno hubiera superado la vigilancia en el gran río. El mensaje de socorro que portaban hacia el Gran Califa de los fatimís preocupó al Rey profundamente (ver NF de Zeila). Sin perder tiempo, a sabiendas de que el califato era un enemigo con el que no podían jugar, el Rey se encerró en su palacio de Adefa y dedicó todo su tiempo y atención a los asuntos internos del reino, mientras dejaba las labores de coordinación militar y atención al exterior a su hijo y heredero, el Príncipe Tomás.

Gran parte de los recursos internos se destinaron al levantamiento de fuertes defensas en las fronteras del norte. Una línea de fortificaciones, atalayas, torres menores de vigilancia y campamentos amurallados se trazó a lo largo de las regiones cercanas al califato, y tanto el Príncipe Bartolomé como el Gran Señor de Kassala fueron enviados al mando cada uno de un ejército a ocupar y mantener la nueva línea defensiva.

La terrible advertencia del Gran Califa no tardó en llegar. Si los ejércitos coptos atacaban Zeila, el Califato Fatimí tomaría tal acto como una acción contra la fe islámica y contraatacaría de inmediato con todas sus armas. Bartolomé I, quien esperaba algo así tras la detención de los emisarios musulmanes a inicios del año del Señor de 1086, ya se había reunido repetidas veces con el Patriarca de Funj, Pedro II. Tales encuentros se intensificaron durante semanas.
Sabían ambos que el Sumo Pontífice de Roma era de la opinión de que todos los cristianos eran y debían ser hermanos en la fe. El contacto con el Patriarca de Roma había sido fluido y cercano en los últimos tiempos, y quizá era momento de probar la sinceridad de aquellas opiniones conciliadoras y el alcance de las mismas. En la soledad de África, en aquel mundo peligroso rodeados de vecinos hostiles, una situación desesperada parecía exigir una medida igualmente desesperada: ambos grandes mandatarios decidieron de común acuerdo solicitar el auxilio en la crisis del Papa Severo III.

El Príncipe Tomás, mientras tanto, al conocer las noticias que hablaban de las amenazas del Califa, ordenó la inmediata retirada de las tropas de la región de Zeila, replegándose a Danakil con la intención de defenderla o utilizar la zona como punto de partida en caso de su padre ordenase una nueva invasión. Envió mensajeros a la capital del reino vecino, Zeilania, en los que se solicitaba el envío de una comitiva oficial con la que se discutirían los términos de un posible acuerdo de paz. Mientras esperaba noticias, y tras enviar correo a su padre el Rey con las novedades, el heredero decidió reunirse a diario con los nobles de la ciudad de Kamey con el fin de mejorar sus relaciones con el reino, siendo auxiliado en tal labor por el general Bernabé.

Los esfuerzos conciliadores del heredero en Kamey lograron buenos resultados en un momento en que todo parecía torcerse para el reino de Funj: en Junio del año del Señor de 1086, una espantosa nube viva de pulsante movimiento fue vista por un campesino en las faldas de las montañas de la región de Sennar. Las primeras langostas llegaron a los campos de cultivo cercanos a Adefa a la caída de la noche del quince de Junio, y cuando abandonaron la región habían dejado a su paso un páramo desolado. Desde aquella noche y hasta finales de Agosto del mismo año, la  terrible plaga de langostas en forma de nube creciente se movió a lo largo y ancho del territorio de Funj, destruyendo gran parte de las cosechas y dejando impracticables por mucho tiempo numerosos campos antaño fértiles.

Las noticias llegadas desde Roma en las que se confirmaba el apoyo y la ayuda del Sumo Pontífice en caso de ataque a Funj por parte del infiel Fatimí no variaron la dirección del rumbo que había determinado el Príncipe Tomás en relación al conflicto con Zeila. Ni él, ni su majestad el Rey Bartolomé I, aun cuando contasen con el auxilio de los cristianos europeos, tenían el menor interés por iniciar una guerra con el Califato de la cuál su reino jamás podría salir bien parado. El acuerdo firmado con la delegación de Zeila en la ciudad de Kamey puso fin al conflicto con el reconocimiento por parte de Zeila de las nuevas fronteras con Funj, incluyendo el cese de sus pretensiones sobre la región de Danakil y la ciudad portuaria de Kamey.

A su avanzada edad, no confiaba el buen rey Bartolomé en ver la llegada de muchos más Años Nuevos. Pero al menos esperaba haber alcanzado en el ocaso de su vida la estabilidad de las fronteras con su vecino del sur, además de contar con la seguridad de haber dejado para el reino al mejor de los herederos posibles: su hijo, el Príncipe Tomás.
Si Funj necesitaba crecer, tendría que hacerlo otro Rey.

Y muy probablemente en otra dirección.

Provincia de Lalibela

Provincia de Lalibela

Provincia de Kassala

Provincia de Kassala

La ciudad de Aksum 3/3

La ciudad de Aksum 3/3

La ciudad de Aksum 2/3

La ciudad de Aksum 2/3

La ciudad de Aksum 1/3

La ciudad de Aksum 1/3

Mapa de las ciudades al sur de la capital Aksum

Mapa de las ciudades al sur de la capital Aksum

Arte

Arte

Ceramica

Ceramica

Escritura copta

Escritura copta

El califato Fatimida, siglos XI y XII

El califato Fatimida, siglos XI y XII

Historia de la Iglesia Copta 1070 - 1084

Historia de la Iglesia Copta 1070 - 1084

1080 - 1084

(Cristianos Coptos Civilizado Primacía)
Pedro I, Sumo sacerdote de Cristo nuestro señor
Diplomacia: Sennar (Ab), Fadela (Ch), Debarwa (Mo), Adefa (Ab)

El Sumo Sacerdote Pedro I había visto cómo con su empeño y la fuerza de sus creencias podía levantarse una Iglesia de Cristo en la tierra que lo vio nacer. Tras años de lucha por mejorar el estado de su nueva Iglesia en el Reino de Funj, Pedro veía como la fe de los súbditos del cristiano reino africano subía sin cesar merced al empeño de sus predicadores y la verdad de su causa.

En los últimos tiempos, el propio Pedro I, pese a su avanzada edad, decidió regresar a los caminos para mostrar a sus feligreses las nuevas incluidas en la fe cristiana; miles de personas se reunían cuando su presencia era anunciada en una aldea o ciudad, y la fidelidad hacia el Señor creció y creció en los cuatro confines del reino.

Su discurso no había perdido fuerza ni capacidad de convicción con los años; cuando comprendió que había logrado aumentar la firmeza de las creencias en Funj viajó hasta Sennar, donde cimentó las bases para una mayor presencia de la Iglesia en la región con la fundación de nuevas iglesias, misiones, hospitales y hasta alguna abadía. En el año del Señor de 1084 entró con gran jolgorio en la ciudad de Adefa, lugar donde dedicó dinero de las arcas de la Iglesia para mejorar la situación en forma de más y más iglesias y muchos otros centros de atención a los fieles, junto a la inauguración de la Abadía de María de Adefa, en cuya misa fundacional se congregaron algunos de los más nombrados dirigentes del reino.

Una gran celebración y alegría por todo el reino trajo consigo la fundación de un gran monasterio en la ciudad portuaria de Debarwa. Las iglesias se multiplicaban por toda la ciudad, los hospitales y los centros de acogida eran cada día más numerosos; las nuevas iglesias fundadas en todos los barrios de la ciudad, junto a la presencia del monasterio (que había de convertirse en más importante centro de estudios coptos del país) convirtieron a la ciudad de Debarwa en uno de los principales focos de la fe cristiana en todo el reino. Con el tiempo, Debarwa sería conocida en todo el mundo por la fuerza de su fe y de las estructuras de la Iglesia Copta asentadas en ella, atrayendo el comercio internacional sobre sí y permitiendo a la primacía la expansión y el crecimiento.

El Sacerdote Martin, fiel escudero de Pedro I durante su primera diáspora, fue nombrado heredero al Sumo Sacerdocio durante una misa de coronación celebrada en Aksum; tras su nombramiento, Martin pasó años relacionándose con los nobles que ocupaban puestos de mayor responsabilidad en el organigrama gubernamental del reino, logrando prebendas para la Iglesia y una disposición mejor y más abierta hacia sus sugerencias.

En el año del Señor de 1083, el Sacerdote Martin viajó hasta la ciudad de Fadela junto a un grupo de sacerdotes y escribas; allí contrató a constructores y albañiles suficientes como para fundar tres nuevas iglesias y una Abadía, que, tras llamarse "de San Juan" durante un año y medio, tomó su definitivo nombre a finales de 1084, cuando el Sumo Sacerdote Pedro I moría durante el sueño en la ciudad de Adefa. La Abadía de San Juan de Fadela pasó a conocerse como "de Pedro I, el Bueno", y fue allí donde se celebró la gran misa de la que Martin salió coronado como Sumo Sacerdote de la Iglesia Copta de Cristo, con el nombre de Pedro II.

1075 - 1079

(Cristianos Coptos Civilizado Primacía)
Pedro I, Sumo sacerdote de Cristo nuestro señor
Diplomacia: Axum Ch, Alwa Ch, Fadela N/a, Adulis Ch, Debarwa Ab, Adefa N/a

Pedro I comenzó la expansión de la iglesia copta por las tierras de Funj. Superada la lucha de poder entre rey y sumo sacerdote, la iglesia tenía mucho que hacer.

Una de las primeras tareas del sumo sacerdote copto fue la de reflejar ciertas doctrinas, que fortalecieron la fe de los miembros de la recién creada jerarquía eclesiástica.

Pese a esto no olvido enviar varios hermanos a las tierras de Danakil y Kordofan, donde se ganaron algunos conversos, especialmente en kordofan donde la cooperación con los misioneros reales logro que la mayor parte de la región adoptase la fe copta.

1070 - 1074

(Cristianos Coptos Civilizado Primacía)
Pedro I, Sumo sacerdote de Cristo nuestro señor
Diplomacia:
Pedro I dedico estos años a extender su influencia por las zonas mas importantes del reino, y a gobernar la estructura de la iglesia. También logro con algún esfuerzo que el rey Bartolomé I permitiese el cobro de un pequeño impuesto por parte del clero.

Actualidades del reino Fatimi 1060 - 1084

Actualidades del reino Fatimi 1060 - 1084

1080 - 1084 Expansionismo Fatimi


La primera tarea a acometer por el califato fue la captura de los bandidos que habían aterrorizado las orillas del nilo durante varios años.

Utilizando los recursos a su disposición, no fue difícil encontrar el campamento de los bandidos en Egipt, y con más de 2.000 jinetes a su mando, el príncipe Bishr Khalid se dirigió hacia allí. En junio de 1080 el campamento había sido reducido a cenizas, y la mayoría de los bandoleros habían sido capturados o muertos por las tropas califales, poniendo final al terror.

Tras eliminar a los bandidos, los múltiples proyectos del califa pudieron por fin llevarse a cabo, y las ciudades de Alexandria y Tobruk fueron ampliadas, así como se construyeron diversas mejoras y se amplio la flota comercial.

El califa encabezo las labores de estado mientras sus emisarios completaban sus misiones con éxito, incorporando la isla de Malta al califato, o defendiendo las fronteras fatimíes.

Pero lo que mas preocupaba al gran Califa era la campaña emprendida contra el Yemen, que se había puesto en manos del hábil general Saqr Anwar, entregándole un pequeño ejercito formado por poco más de 7.000 soldados.

El ejército fatimí llego a la provincia del Yemen tras atravesar rápidamente Asir, en Mayo de 1082, y pronto inicio la ocupación de la región. En la región se encontraba el emir con su hermano y todo el ejército del emirato, apenas 3.000 soldados.

Pese a la valentía que mostraron ambos hermanos en el combate, la suerte estaba echada, y las tropas fatimíes superiores en todos los sentidos arrasaron con el enemigo rápidamente, no permitiendo que escapase nadie con vida. Hamhad fue capturado, y el emir Hassan cayó intentando liberar a su hermano. La muerte del emir sin descendencia ni ejército provoco la rápida disolución del emirato que se dividió en provincias independientes.

Saqr tras obligar a la provincia a que pagase tributos anuales al Califato para evitar una masacre, se dirigió hacia Aden con menos de un centenar de pérdidas.

En Aden los nobles de la región alzaron más de 2.000 hombres para hacer frente al invasor, pero el resultado fue similar al del Yemen, poco más de 200 muertos en el bando fatimí y la total aniquilación del enemigo. La provincia de Aden también fue obligada a enviar tributos anuales en las mismas condiciones que el Yemen. Y le llego el turno a la ciudad de Sa’na.

Saqr ordeno que se rodease la ciudad, y pronto, aislada la ciudad se vio obligada a capitular. El tesoro del antiguo emirato junto con miles de esclavos fueron capturados en la ciudad, y el sistema de administración que pervivía pese a la caída del emirato fue incorporado a la administración califal. Saqr envió un mensaje triunfal a Yuhanna para informar de su victoria, que además apenas había costado las vidas de medio millar de mercenarios.

1075 - 1079

(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Califa Fatimí
Diplomacia:

Yuhanna lanzo un decreto a principios de 1075 aboliendo definitivamente la servidumbre. El califato imprimió gran cantidad de moneda, que pronto comenzó a circular, y muchos campesinos que habían aprovechado las mejoras que para ellos traían las leyes de los últimos años pronto consolidaron un nuevo estrato social, que con el tiempo llegaría a diferenciarse del campesinado formando una casta distinta a la de estos.

La economía mejoro sensiblemente con el aumento de la capacidad de adquisición de la población que repercutía en unos mayores impuestos para el califato en concepto de tributos sobre las mercancías que se importaban.

Rivalizando con este incremento de los impuestos hubo también un incremento de la delincuencia, la nobleza, que había perdido gran parte de sus privilegios había dejado de ejercer su habitual papel de guarda y juez de sus territorios siendo sustituido por alguaciles, gobernadores y jueces nombrados y pagados por el gobierno central. Sin embargo los medios eran más bien escasos al principio, como causa de la transición, y esto se vio especialmente donde menos convenía, en la propia región de Faiyum, donde un osado grupo de salteadores comenzaron a atacar las caravanas de mercancías e incluso a los recaudadores del califa cuando cruzaban la región. No se trataba de un único grupo de bandoleros sino de varios grupos pequeños de asaltantes que utilizando pequeñas barcas aprovechaban el Nilo para deambular con bastante libertad por su cuenca.

Los golpes que empezaron siendo pequeñas emboscadas y asaltos, pronto comenzaron a multiplicarse, y aunque las tropas del califa pronto aumentaron la protección de los que viajaban por la región, no contaban con suficientes efectivos para cubrir tanto trafico de gente, y los grupos de saqueadores siempre acababan encontrando algún grupo mas desprotegido al que atacar, y en ocasiones incluso emboscando a las propias tropas reales.

Yuhanna deseaba dar una lección a todo el reino acabando con la delincuencia en el centro del califato, pero lo único que logro al aumentar la guardia presente en la zona fue que los asaltantes se moviesen a otras regiones donde encontrar otras “fuentes de ingresos”. Durante los años que siguieron, el califa no logro encontrar una solución a los asaltos, y estos se incrementaron.
Pese a la incomodidad de esta situación, Yuhanna fue perfectamente capaz de realizar la tarea que se había encomendado para estos años. Recluto a los mejores entre los nobles y ha muchos guerreros veteranos, y con los recursos que tanto el propio califa dispuso, como los enviados por Siria, se constituyo “La Hermandad de Ismail”. La fortaleza de la orden se erigió en una zona de la región de Faiyum alejada de la ciudad del cairo, pero cercana al Nilo.

La orden que era eminentemente militar, se creo con el objetivo de proteger los lugares santos del Islam, y a las naciones que siguiesen la fe Chi’i. Todos sus miembros renunciarían a sus derechos y lazos ya fuesen nobles o campesinos, reyes o vagabundos, y se convertirían en miembros íntegros de esta orden, que aunque recibiría el apoyo total del Califato, seria en si misma una autoridad independiente de ningún otro poder.

El príncipe Fatimí Al-Mustansir fue nombrado gran maestre de la orden aunque ostentaría el titulo de Imam.

En 1078 se recibieron noticias de que varios prospectotes del gobernador de Aswan habían descubierto una rica mina de oro en sus tierras. La relación de la provincia con el imperio era escasa en ese momento, pero la mina de oro añadía repentinamente un gran valor a la región, y una fuerte razón para que el califa tratase de mejorar sus lazos con Aswan.

1070 - 1074

(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Califa Fatimí
Diplomacia: Dongola N/a

En 1070, Yuhanna Habbib promulgo una serie de edictos que permitían a los campesinos adquirir por un precio justo las tierras que cultivaban. Junto con esta medida se aumento la producción de moneda que aumento considerablemente su uso en todos los estratos sociales. Durante los primeros años de la década, muchos nobles vendieron por grandes sumas algunos de sus campos a los campesinos que los trabajaban, aunque pronto se comenzó a utilizar la figura latina del censo enfitéutico, que aseguraba a la nobleza, no solo un precio mas que razonable por las tierras, sino también un pago anual en forma de distintos productos, que estos podían consumir o vender en las ciudades. La economía del califato, fructífera a todos los niveles, gracias a la mayor circulación del capital, permitió una mayor independencia económica de las familias, que poco a poco repercutía en un aumento del comercio exterior e interior.
En el ámbito religioso, los misioneros enviados a la isla de Malta y la ciudad de Jerusalén reportaron grandes logros en ambos lugares, tanto fue así, que en Malta los seguidores de la ortodoxia pronto se convirtieron en una minoría ante la avalancha de conversiones.
Mas buenas noticias llegarían al califato cuando el fin de la peste permitió que se relajasen las defensas, y al llegar a 1.074 el fracaso de los embajadores enviados a Dongola era el único de los planes del califa que se había visto trastocado.
 

1065 - 1069

(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Califa Fatimí
Diplomacia: Palermo T

El pánico a que la enfermedad que asolaba Europa llegase a las tierras del Califa, era extremo. El califa movilizo todos sus efectivos para proteger toda posible incursión por parte de cristianos en sus tierras, no tanto por ser cristianos sino por ser posibles portadores del la Peste. Y como suele suceder, el temor del gran Califa no era infundado.

A principios del año 1.065, Yuhanna había promovido la abolición de la esclavitud en tierras del califato, y el malestar entre la nobleza se hacia notar. Muchos fueron los que acusaron al Califa de perjudicarles con aquellas injustas normas. Al principio el Califa repartió algunas indemnizaciones entre los nobles más poderosos, por la pérdida de su mano de obra, pero las arcas del califato no eran eternas, y Yuhanna tuvo pronto que negarse a oír más reclamaciones. Para 1.066 había rumores sobre una conspiración para derrocar al Califa, y según avanzaba el año estos rumores fueron extendiéndose. Yuhanna se vio obligado a tomar medidas, y dicto un edicto que autorizo a sus ejércitos a registrar e interrogar a todos los nobles y comerciantes que fuesen sospechosos de traición. Esto por supuesto, aumento el malestar entre los ricos y poderosos.

La situación iba degenerando, muchos de los soldados del califa estaban demasiado ocupados asegurándose de que se cumpliesen las restricciones comerciales con Roma, Hungria y Venecia. Incluso la flota Fatimí, paso varios años en alta mar asegurándose de interceptar y destruir (si era necesario) cualquier mercante o barco que portase bandera de estos países.

En 1068 los ánimos se estaban encendiendo hasta el extremo cuando llego la terrible noticia. El gobernador de Alexandria mando un correo urgente al Califa, en el que se contaba el hallazgo de 3 cadáveres con llagas negras en la piel. Apenas leyó la carta Yuhanna declaro la ley marcial en todo el califato. ¿Cómo era posible que la Peste hubiese llegado a sus costas? No tenia noticias de que ningún buque hubiese escapado al bloqueo, pero de alguna forma debía haber sucedido. No era posible que se hubiese extendido hasta Bizancio, pero no había otro reino que comerciase a través de Alexandria. ¿Hasta donde habría llegado la plaga antes de que fuese detectada? Yuhanna tenía que actuar con premura.

Al-Mushim recibió la orden de cercar la ciudad de Alexandria para evitar que los ciudadanos escapasen de ella, pero Yuhanna sabia que no lo lograría con tan pocos soldados (ver NF La Peste Negra).

Mientras la Peste avanzaba por sus tierras, Yuhanna logro mantener a raya el contagio sin que llegase a Faiyum, al menos de momento. Apenas se atrevía a recibir emisarios, por miedo a que se extendiese, y aunque toda sombra de conspiración contra el Califa se desvaneció dejando lugar al terror, no encontró en esto alivio alguno.

Por primera vez, Yuhanna pidió a Alah que le guiase en los oscuros tiempos que se avecinaban

1060 - 1064

(Chi’i Islam Civilizado Nación Abierta)
Yuhanna Habbib, Califa Fatimí
Diplomacia:

La situación del Califato no era nada estable, y la conducta de Al-Zahir no ayudaba en absoluto a que mejorarla. Las nuevas leyes promulgadas por el Califa implicaban la pena de muerte por tantas acciones que incluso dar un paso de mas en palacio podía suponer la ejecución sumarísima si ponía al sujeto a mas de 50 pasos de Al-Zahir.
Sin embargo nadie levanto su mano contra el Califa, y ninguna rebelión tuvo lugar en el país, y es que nadie duraba lo suficiente en un puesto de importancia como para sentirse fuerte y atetar contra su señor. Ser nombrado funcionario real en El Cairo representaba un periodo de vida de máximo seis meses, salvo que se rechazase el puesto, en cuyo caso se ejecutaba al traidor inmediatamente.
Mientras la gente rezaba para que Allah les librase del loco que les gobernaba, los ejércitos del Califa, contentos de estar lejos de el, se dedicaron ante todo a dos campañas bien distintas. En Algeria, el Príncipe Al-Mushim superviso la colonización de la región, sin apenas ningún incidente.
No tuvo la misma suerte Asad Faysal, que recibió la orden de asediar Suway. Contaba con tres veces las tropas que había en la ciudad. Los servicios de inteligencia del Califa habían informado a Asad de un punto débil en las defensas de la ciudad, una zona del muro que hacia pocos años habia caído, y se habia reconstruido de forma defectuosa. La información aseguraba que un ataque fuerte y rápido haría caer el muro y permitiría que la ciudad fuese tomada con pocas bajas.
Aprovechando la noche Asad con un grupo de sus mejores hombres, se acerco con sigilo a la muralla todo lo que pudo sin ser descubierto, y una vez cerca se lanzo a sus ingenieros contra ella para que abriesen un agujero cuanto antes en ella. Para desgracia de Asad, los informes eran erróneos, y en lugar de llevarle a un punto débil, le metieron en una ratonera. Cuando descubrieron el error, ya era tarde, y muchas de las tropas perecieron intentando regresar a posiciones lejos de las flechas del enemigo. El propio general fue alcanzado por una saeta que le obligo a abandonar el combate. Pese al numero de bajas, el asedio prosiguió, aunque con Asad dirigiendo a sus hombres desde una tienda en una colina cercana. Las tropas del Califa luchaban y luchaban y poco a poco acababan con los defensores que no acababan de rendirse.
Finalmente en 1062 la ciudad se rindió, y las tropas del general la tomaron y sometieron ejecutando a todos los líderes de las fuerzas rebeldes.
El gobierno de Al-Zahir tocaba a su fin, y no serian los muchos enemigos, que el califa tenia dentro y fuera del Califato los que acabarían con su vida. Un resfriado, costo la vida al viejo Al-Zahir, que mientras poco a poco se veía mas débil, seguía negándose a permitir que ningún medico le examinase. Aun antes de que Al-Zahir muriese Yuhanna tomo las riendas del Califato, y esto junto con el control de la mayoría del ejército del Califato hizo que la transición fuese tranquila. Cuando en Noviembre de 1064, Yuhanna fue declarado Califa recién muerto su padre, el pueblo, aun resentido con su nuevo señor por las acciones del padre de este, pudo por fin respirar aliviado, y mas aliviada aun estuvo la corte.

Actualidades del reino de Zeila 1080 - 1084

Actualidades del reino de Zeila 1080 - 1084

1080 - 1084 Expansionismo del rey de Zeila, contraofensiva de Bartolomé I


Zayed gobernó el reino desde Zeila, mientras su hijo vigilaba las fronteras en Danakil, y el emir de Adal hacia otro tanto en Zeila.

El ejercito de Zeila estaba como de costumbre preparado para reaccionar ante cualquier agresión de su poderoso vecino, pero los años de paz habían hecho que se confiasen, y el repentino ataque del reino copto aunque no encontró desprotegido al emirato, si fue toda una sorpresa.

Mapa de Africa del Este

Mapa de Africa del Este

1080 - 1084

1080 - 1084

Gobierno : Bartolomé I

Objetivo : Victoria en la guerra contra el reino de Zeila

A sus setenta y dos años, Bartolomé sabia que la hora de su muerte se acercaba, pero su preocupación era el reino que dejaría para su hijo Tomas. El reino de Funj era muy poderoso, pero sus recursos no eran tan grandes como Bartolomé hubiese deseado, y desde hacia años anhelaba las vecinas tierras de Zeila.

En 1080 decidió ceder el control del ejército a Tomas para que este se liderase una campaña contra el emirato con dos objetivos, ampliar su territorio y sus recursos, y demostrar a todo el reino su valía como futuro rey.

Tras incorporar numerosas unidades de caballería pesada reclutadas para aquella campaña, Tomas junto con su sobrino Bartolomé III, y el jefe de las tribus de Kassala, se dirigieron a Adulis, desde donde en Junio de 1081 se lanzaron sobre la región de Danakil.

Pronto se encontraron en la región con las tropas de Zeila dirigidas por el hijo del emir, acompañado por unos 2.000 soldados con equipamiento pesado. Tomas contaba con cerca de 10.000 hombres, y la mayoría eran guerreros veteranos. La batalla no debería ser un problema, y no lo fue, aun cuando el señor de Adal arribo a la región para ayudar a su señor en la batalla, doblando con sus refuerzos el numero de efectivos de Zeila, no marco apenas diferencia.

La caballería de Funj estaba mejor equipada y utilizaba tácticas mas modernas que la de Zeila, reforzado por numerosas unidades de elite no dio cuartel al enemigo hasta que elimino u obligo a retirarse a todas las tropas de Zeila. Las bajas causadas fueron muy numerosas, y cuando el heredero de Zeila trato de reagruparse en Zeila apenas le quedaba un millar de soldados. Tomas no había perdido ni medio millar de efectivos.

El heredero del emirato desesperado sabía que no podía enfrentarse al enemigo de nuevo en Danakil, pero tras tomar el mando de las fuerzas de su padre preparo la defensa de Zeila, donde las defensas podrían marcar la diferencia. Sin embargo Tomas no tenía ninguna urgencia en terminar su campaña y no había planeado un ataque a Zeila, por el contrario tras situar al señor de Kassala con sus fuerzas en la región, se preparo para asediar la ciudad de Kamey. Sin embargo el asedio fue innecesario pues la ciudad no tenía tan siquiera murallas ni defensores, y Tomas lidero un asalto a la misma que la ocupo sin bajas.

Tras dejar la guarnición justa para mantener tanto la región como la ciudad, el ejército de Funj espero en Danakil la reacción de las tropas del emirato. La intención de Tomas era esperar al enemigo en la región para así evitar las defensas que Zayed pudiese tener en la región de Zeila, pero los meses pasaron y pronto fue evidente que las tropas de Zeila no cometerían el error de atacar.

Sabiendo de antemano que la región se encontraría fuertemente defendida, en Abril de 1083 Tomas decidió finalmente tomar la ofensiva.

Reforzado con las tropas situadas en Zeilania, la composición del ejercito defensor aunque permanecía formada casi en exclusividad por infantería, había pasado de tropas pesadas, a tropas normales y ligeras, pero todos los soldados que ahora comandaba el propio Zayed eran veteranos, salvo el millar de hombres que escaparon de Danakil. Casi cinco mil hombres en total y varios fuertes formaban la última línea defensiva del reino árabe.

El ejército de Funj, tras haber dejado atrás guarniciones, contaba ahora con poco menos de 7.000 hombres, por lo que el combate parecía más equilibrado. El heredero copto no quiso precipitarse, y preparo una estrategia sencilla pero efectiva. La línea central de su contingente comprendía el grueso de la infantería, en su mayoría ligera pero experta, mientras que la caballería cubría los flancos y hostigaría al enemigo.

Zayed trato de aprovechar la ventaja que le daban los fuertes de Zeila para detener en la medida de lo posible al enemigo, pero pese a que Funj no contaba con ingenieros, la defensa no era uno de los puntos fuertes del reino árabe, y los fuertes cayeron con rapidez ante la numerosísima infantería enemiga. Pese a esta perdida, los defensores luchaban por su supervivencia lo que les daba coraje para seguir combatiendo aun cuando el enemigo eliminaba sistemáticamente todos los intentos de Zayed por bloquear su avance.

Lentamente los combates se desarrollaron, pero tras varios meses las fuerzas invasoras aunque ocupaban el 75% del territorio de Zeila no habían logrado acabar con los defensores.

Pese a este hecho, la realidad era que Zayed disponía ya de poco más de un centenar de hombres, y aunque la moral seguía alta, sabía que solo podría sobrevivir si se retiraba a Zeilania para reagruparse. Con lágrimas en los ojos, el ejército de Zeila se replegó hacia la capital, dando por perdida la región.

Tomas sabia que había obtenido una victoria por desgaste, pero se conformaba con este resultado. En breve podría aniquilar al enemigo. Tras la apretada victoria, y el reagrupamiento posterior, las fuerzas de Funj comenzaron el saqueo de Zeila, mientras las tropas del señor de Kassala cubrían sus espaldas. Zayed pronto recibió noticias de los saqueos, pero decidió no aprovechar esta hecho, pues la clara ventaja del ejercito enemigo no se vería compensada porque se encontrasen desorganizados, especialmente cuando parte del ejercito se situaba a distancia prudencial de la ciudad esperando cualquier acción. En septiembre de 1083 tras finalizar los saqueos que habían acabado con todo el oro de la región, las tropas del señor de Kassala abandonaron el frente como se había acordado, y retornaron a sus tierras.

Tomas por el contrario se quedo en Zeila, con la provincia sometida y espero. Según el tiempo avanzaba quedo claro que las fuerzas de Funj no iban a asediar la capital, Tomas creía que necesitaría multitud de ingenieros para asediar Zeilania, y aunque las defensas de la ciudad probablemente no eran suficientes para representar un reto a las tropas de Funj, el heredero copto no asumiría el riesgo de perder más unidades.

Con esta momentánea victoria, y todo a su favor, Bartolomé espero la llegada del invierno, con la habitual sensación de que quizá este fuese el ultimo que vería, pero satisfecho de la brillante tarea de su hijo.

1075 - 1079

1075 - 1079

Gobierno : Bartolomé I

Objetivo : Consolidar el reino

El rey Bartolomé envió misioneros a Kordofan para que continuasen las tareas de convertir a la población. Mientras sus misioneros ganaban poco a poco la simpatía de los paganos y algunos se convertían al cristianismo, la ciudad de Fadela en Alwa recibió cuantiosas inversiones en obras que permitieron aumentar la población de la misma. Con el tiempo esperaba Bartolomé que los habitantes de la ciudad cultivasen la región, ahorrándole un cuantioso esfuerzo económico.

Fue durante estas obras de ampliación que se descubrieron algunas tumbas en la zona cercana, y varios enviados del rey fueron para tomar notas y en definitiva hacer un informe al respecto. Cual seria la sorpresa del rey al recibir la noticia de que tras varias semanas investigando y explorando habían aparecido las ruinas de un antiguo templo egipcio.

El templo estaba en muy buen estado de conservación, y no solo despertó el interés de Bartolomé I. Con el tiempo, gentes de mas y mas lejos comenzaron ha acudir regularmente a realizar estudios, o esporádicamente a ver la maravilla. Por supuesto el aumento de viajeros a través de la región comenzó ha aumentar el comercio en la misma, y Alwa se convirtió en una de las mas importantes regiones de paso para mercaderes de toda la zona.